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26/04/2013 15:21:11
I. Carolina Campos
agendatlaxcala
Escribir poesía es atreverse; escribir como lo hace la maestra Zoila Capristán, es una verdadera osadía que va más allá de convencionalismos y es un lenguaje no apto para almas pulcras.
Dice Paolo Astorga, crítico literario del Perú, refiriéndose al poemario Bajo Cero: “La poesía de Capristán se inserta en una tradición que acoge la herencia romántica, se nutre de la poesía de creadores como Vallejo, Varela, Watanabe, Ollé e Ildefonso y sintoniza con la búsqueda de poetas como Alessandra Tenorio, Andrea Cabel y Denisse Vega Farfán”.
Y añade, “su arte sale a las calles, exalta instantes, momentos: el presente. Su urbe es nocturna y en ella sus luces iluminan, en sus vías como heridas de la existencia, la procesión de imágenes de prostitución, drogadicción, crimen, muerte, egoísmo y hastío. Su poesía es de oposiciones nítidas y contrastes brutales que se insertan en la búsqueda de otra belleza. Desafío que ha sorteado espléndidamente la poeta hurgando la nostalgia, el ensueño, el erotismo, la iluminación, etc. con intensidad subjetiva y una postura poética vigorosamente personal”.
Yo sólo creo que su poesía en hermosa. Es una palabra elevada o altísima pero nunca altisonante, es un collar de joyas engarzadas a una idea, a un deseo hecho palabra, a un deseo perseguido y muchas veces alcanzado. En un manjar que se deleita a escondidas por temor a que vean como degustas lo que muchos disfrutamos; he aquí una muestra…
“Apresúrate, tocan la puerta”
La cola es larga, y el papel higiénico caro
otro hombre con urgencias de mono
jadeante como perro
deambula su mirada al compás del chirriante vaivén de la portezuela
-como tú -
que recorres con esa lengua versada
el botón rojo que palpita yuxtapuesto al tatuaje
Me nace el talento de la puta de Caylloma
en Lima hace frío pero la putería lo calienta todo
el lunar de mi pecho contabiliza los minutos
que circulan como cuerdas
en la habitación de paredes de papel
hay un hombre y otra mujer que gimen
buscamos un agujero donde filmar
a la salivada Eva engarzada al macho.
Y sin dolo
como diría el juez que se abanica con billetes coimeros
en el Parque Universitario
terminamos sentados en la última banca de La Merced
agradecemos por volver a ondear los faroles de Quilca
de paso prometo ya no sentir cosquilleos en el capullo
-que presiono para amordazarlo-
“Padre nuestro que estás en mi cielo...”
el murmura “puta”
incrusto mi lengua en el orificio de su oído y le susurro “perro”
Mientras la virgen nos sonríe. La poesía de esta artista es poco difundida en México, mas no por ello es desconocida, pues en las librerías, principalmente de la ciudad de México, se pueden encontrar algunos de sus títulos y, así como la obra de muchos autores mexicanos es mayormente valorada en otros países, la producción literaria de Zoila en nuestro país es apreciada.
No hay como seguirla en su creación poética para alcanzar a vislumbrar la grandiosidad de la sensibilidad de una poetisa.
http://agendatlaxcala.com/index.php?nota=la-poesia-peruana-de-zoila-capristan